El Grupo Vasco de Unidas Podemos reclama que se impulsen las cooperativas energéticas sin ánimo de lucro

Los diputados vascos registran una proposición no de ley en el Congreso para que el Gobierno fomente este tipo de entidades porque proporcionan a los y las ciudadanas un acceso justo y asequible a recursos locales de energía renovables, y permiten la opción de tomar el control y responsabilidad del autoabastecimiento de las necesidades energéticas
Los diputados vascos de Unidas Podemos han impulsado una proposición no de ley en el Congreso para que el Gobierno fomente las cooperativas energéticas sin ánimo de lucro, ya que, entre sus ventajas, proporcionan a los ciudadanos y ciudadanas un acceso justo y asequible a recursos locales de energía renovable y otros servicios relacionados con la energía.
Roberto Uriarte, Pilar Garrido y Juantxo López de Uralde han registrado junto con la también diputada de Unidas Podemos Marisa Saavedra esta PNL, que reclama al Ejecutivo español que promueva un plan de carácter interdepartamental de apoyo a la figura de la cooperativa energética sin ánimo de lucro en colaboración con las comunidades autónomas.
La iniciativa persigue reconocer el impulso de las cooperativas energéticas sin ánimo de lucro como una finalidad de las políticas públicas y de las iniciativas legislativas y reglamentarias en el ámbito de la producción, distribución y consumo energético. Por ello, entre las medidas, pide la modificación de la Ley de Cooperativas para la inclusión de este tipo de cooperativas entre las clases reconocidas, así como un cambio en la ley de régimen fiscal de las cooperativas para considerarlas como especialmente protegidas.
En este sentido, el Grupo Vasco de Unidas Podemos reclama que se otorgue a las cooperativas energéticas sin ánimo de lucro la necesaria prioridad en los planes estatales de producción, distribución y consumo energético, mediante una dotación presupuestaria específica destinada a las ayudas o programas para dichas cooperativas. Igualmente, emplazan al Gobierno a promover este tipo de cooperativas en el proceso de transposición de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad, en aras a reconocer su rentabilidad social y económica en el cambio de modelo energético.
Las comunidades de energía, según se pone en valor en la PNL, “representan un tipo alternativo de actor de mercado y una filosofía diferente de iniciativa económica con semejanzas a la forma de ser y trabajar de las cooperativas”. A este respecto, resalta que tienen “un impacto social potencialmente muy alto y con ventajas competitivas con respecto a los actores tradicionales” dado que “ofrecen a los consumidores la opción de tomar el control y la responsabilidad del autoabastecimiento de sus necesidades energéticas, promoviendo la democracia energética”.
Igualmente -se prosigue con las ventajas-, “crean oportunidades de inversión para los y las ciudadanas y empresas locales, brindan a las comunidades locales la capacidad de generar ingresos para abordar sus
necesidades socioeconómicas e invertir en eficiencia energética, y generan la aceptación pública de las energías renovables y otras tecnologías limpias al permitir que la ciudadanía invierta y participe en la toma de decisiones de los proyectos”.
Para garantizar un mayor impacto social a la vista del aspecto no lucrativo de estas iniciativas, la PNL aboga porque el marco de desarrollo de las comunidades energéticas sea el de la economía social y solidaria por “ser el marco de referencia cooperativista y por su reconocida utilidad en términos de construcción de tejido social y de fomento del desarrollo local mediante la cooperación, la colaboración público-comunitaria y la eliminación de las desigualdades”.
PODEMOS Ahal Dugu